AEROGEL Y SU ORIGEN
Quizás uno de los materiales más útiles
y extraños que existen en la actualidad haya sido el resultado de una apuesta
entre dos científicos.
Samuel S. Kistler, en 1931, hizo una apuesta con su
colega Charles Learned, sobre si era posible o no reemplazar el líquido de un
tarro de mermelada por un gas sin que el volumen del mismo disminuyera. Como
ocurre a veces, el resultado de un experimento que solo tenía como fin el
desafío entre dos científicos dio como resultado una sustancia maravillosa: el
aerogel.
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